PRIMERO FRACASA, ¡DESPUÉS TRIUNFA!
He tenido la oportunidad de hablar con muchos emprendedores en distintas partes del país, así como también en otros países en las diversas ocasiones en las que he asistido a conversatorios o a dar conferencias sobre emprendedores. En cada uno de esos eventos me doy cuenta que la mayoría de emprendedores le tienen temor o mas bien pavor al fracaso y por eso nunca emprenden su idea.
Imaginemos cuántas buenas ideas se han quedado en papel o en la mente de muchas personas solo por temor a fracasar. Nunca sabremos si uno de esos emprendimientos pudo tener el potencial de cambiar vidas alrededor del mundo, pero lo que sí sabemos es que quizá privó de empleos a cientos o miles de personas.
El fracaso es como cualquier deporte, aunque parezca absurdo, hay que practicarlo una y otra vez para lograr el éxito. Uno de los ejemplos mas bonitos que he leído acerca de como una serie de fracasos finalmente te lleva al éxito, es el de Michael Jordan, aquí se los comparto:
"He fallado más de 9,000 tiros en mi carrera. He perdido más de 300 partidos. En 26 ocasiones me confiaron el tiro ganador y fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida, y por eso he tenido éxito".
Todas las personas que conocemos que han tenido éxito, ya sea deportistas, empresarios o profesionales, fracasaron cientos de veces para lograr el éxito. La diferencia entre ellos y aquellos que no lo logran, es que ellos saben que la clave del éxito esta en el fracaso.
Desgraciadamente en nuestros países nos enseñan a darnos por vencidos en pocos intentos de cualquier situación o proyecto. Hay un dicho popular (impopular diría yo) que dice “la tercera es la vencida” y nosotros ¡¡nos lo creemos!! desistimos en el tercer intento y lo aplicamos a todo, es decir, le huimos al fracaso y mejor probamos otra cosa y otra y otra hasta que supuestamente logremos el éxito… Y eso nunca va a suceder si no capitalizamos el aprendizaje de nuestros fracasos.
LES CONTARE UNA DE MIS PROPIAS HISTORIAS:
Quizá les pueda servir o ayudar a conseguir sus sueños, a creer en ustedes mismos, en sus capacidades y en sus conocimientos.
Hace unos años convencí a mis hermanos a que invirtiéramos en un hotel que estaba en venta en la ciudad donde vivimos (San Miguel, El Salvador), era la inversión mas grande que la familia haría en un negocio. Ningún miembro de la familia sabia nada de hoteles, sin embargo mis hermanos me dieron el voto de confianza y decidimos comprarlo. Algo en mi corazón (la corazonada) me decía que era un buen negocio y que tenia futuro. El dueño del hotel me mostró los balances y los estados de resultados del año anterior y todo parecía bien.
Tomamos posesión de la propiedad un 16 de Agosto con mucho entusiasmo y con la ilusión de triplicar las ventas. Me lleve como Gerente a la Gerente de Recursos Humanos del Grupo de empresas de la familia, una persona a la cual le tenemos mucha confianza y aprecio. Ya que ninguno sabia nada de administración de hoteles, leímos todos los artículos habidos y por haber que encontramos en la web, algunas cosas sirvieron y otras ¡¡nunca las entendimos!! También fuimos a capacitarnos a la capital y otros países.
Las cosas empezaron a ir mal desde la primera quincena. Nos dimos cuenta que el papel aguanta todo que se le ponga y descubrimos que los balances y estados de resultados, estaban alterados. Las ventas a duras penas cubrían la planilla de empleados y parte de los costos fijos como energía, teléfono, cable y otras cosas. Mi familia, con toda razón, empezó a cuestionarme y pedirme que pusiera en venta el hotel, que había sido un error comprarlo y que estaba minando los recursos de las otras empresas, yo me oponía cada vez que me pedían eso y trataba de defender mi postura, aun sabiendo que los números estaban rojos, ¡¡increíblemente rojos!!.
Ya no sabia ni cómo explicarles mi corazonada, mi visión a futuro del hotel y de los negocios que podían estar asociados a él, negocios adicionales como salones de eventos, un bar, un restaurante, un gym, etc. En cada reunión trataba de defender lo indefendible, pues los números decían lo contrario de lo que yo explicaba. Creo que nunca pude hacer que ellos sintieran lo que yo sentía en mi corazón por ese negocio. Finalmente, después de muchas reuniones tensas, les pedí 1 año mas (llevábamos 6 años de perdidas para entonces), les pedí que confiaran en mi intuición, en mi corazonada, en mi visión, pero con la condición de que me dieran un poquito de dinero para invertirle. ¡Imaginarán ustedes la cara que pusieron todos! Sin embargo, una vez más, mis hermanos y mi papá confiaron en mí y me apoyaron… ¡Creo que ahora nunca se arrepentirán de haberlo hecho!
Aprendí mucho en esos 6 años de fracaso. Fueron duros y estresantes pero me enseñaron a rodearme de gente capaz y a creer en ellos, me enseñaron a mantener una actitud positiva todo el tiempo, a fortalecer mi propia confianza, a demostrarme a mi mismo que cuando se quiere y se persiguen las metas con pasión; se alcanzan a pesar de las adversidades. Me enseñaron a generar un clima laboral relajado pero con compromiso, a luchar por lo que yo soñaba y me enseñaron a ser determinante.
Yo estaba determinado a sacar adelante el negocio, nunca pensé en darme por vencido y sentía que cada tropiezo era un reto más que debía de vencer y cada reto era como combustible para mí.
Actualmente el Hotel Villa San Miguel, es uno de los 3 hoteles más importantes de San Miguel, pasó de tener una ocupación del 23% al 100% durante la semana y el 74% de promedio mensual y es parte de un cluster que cuenta con 3 salones de eventos, gimnasio, 2 restaurantes y el bar mas exclusivo de la ciudad. Pronto adicionaremos otro restaurante más al cluster.
Esta historia es una de las que mas me gusta contar porque estuvo llena de fracasos, de hecho, todos los días eran un fracaso y así fue por cerca de 2,190 días (6 años). Sufrí solo, sin quejarme ni decir nada a nadie. Me dedique a investigar lo que querían los clientes y a plantear una estrategia para revertir la situación. Lo único que pensaba, y mi corazón me lo decía, era que un día lograría mi sueño. Nunca me levanté pensando que esto no iba a funcionar, que fracasaría por completo o que lo mejor era vender como me sugerían. Realmente estaba determinado a cumplir mi meta.
La lucha mas cruel e importante la libraba dentro de mí, y era la de ganar o perder, la de dejarme derrotar por los fracasos o capitalizar las experiencias.
Acostúmbrese a luchar por sus sueños y no por los de otros. Muchas veces hacemos cosas solo porque al otro le va bien y no por que realmente sea lo que queremos.
¿Cómo sabrá usted que tan capaz es si nunca intenta nada? ¡¡¡Arriésguese!!! No hay otra manera de triunfar. ¡¡No tenga temor a fracasar!! No ande pensando en el que dirán, mas bien hágale caso a su corazón, a su intuición y crea en usted mismo, en sus conocimientos, en sus capacidades. Rodéese de gente capaz, de la cual usted pueda aprender algo. No pierda el tiempo con aquellos que no tienen un rumbo definido, que no saben para dónde van, porque generalmente, esas personas van por el camino equivocado y es el camino del fracaso total, muchas veces sin retorno.
Finalmente quiero recomendarles un libro sobre este tema, ahí encontrarán un buen numero de ejemplos de fracasos y triunfos.
Autor: John Maxwell
Titulo : El lado positivo del fracaso
Gracias por leer. Deja tus pensamientos, comentarios, sugerencias sobre otros temas, o comparte tus anécdotas en la cajita al final de este artículo. ¡Todos podemos aprender de todos!